La salud mental y el ejercicio de su perro
Los perros, al igual que las personas, pueden sufrir diversos problemas de salud mental. Pueden deprimirse y, dentro de este estado depresivo, sufrir pérdida de apetito, pérdida de interés en las actividades normales o pérdida de peso. Puede parecer que se deprimen mucho y se distraen durante sus intentos de llamar su atención. Los perros pueden sufrir agresión, lo que también puede ser un problema de salud mental. Y pueden volverse tímidos o temerosos. Si su perro sufre alguno de estos problemas de salud mental, el ejercicio regular puede ayudarlo a recuperarse.
Considere a su perro en un estado deprimido, tal vez debido a la pérdida de una mascota. Involucrar a su perro en una rutina de ejercicios puede ayudarlo a distraerlo de sus sentimientos de pérdida y dirigir su atención a otras fuentes.
Considera si tu perro es tímido o miedoso. Si lleva a su perro a pasear con regularidad, es posible que aprenda a lidiar con los problemas de miedo más fácilmente debido a su exposición a diversos estímulos externos.
Si su perro es agresivo con los humanos u otros perros, pasearlo puede ayudarlo a socializar con otros animales. El ejercicio también aliviará parte de su energía reprimida para que no se dirija a los demás de manera agresiva.
Hacer ejercicio con regularidad también ayudará a su salud mental. Será más propenso a aprender cosas nuevas porque estará constantemente expuesto a nuevos estímulos. Sus procesos de pensamiento y resolución de problemas funcionarán mejor. Aprenderá más sobre el mundo que lo rodea y cómo lidiar con situaciones desconocidas.
Por ejemplo, cuando llevas a tu perro a uno de sus paseos llegas a una esquina muy transitada. En lugar de simplemente seguir adelante a través de la intersección, usted y su perro se detienen ante los autos que se aproximan. Después de que esto suceda varias veces, su perro también aprenderá a esperar para cruzar la calle hasta que el camino esté despejado. El ejercicio ha aumentado su aprendizaje sobre cómo manejar el mundo fuera de su entorno familiar.
Y, como se ha demostrado médicamente, el ejercicio suministra oxígeno al cerebro. Caminar, como se observa en los humanos, aumenta la circulación sanguínea y los niveles de oxígeno y glucosa que llegan al cerebro, ayudándoles a “despejar la cabeza” y pensar mejor. Cualquier movimiento y ejercicio aumenta la frecuencia respiratoria y cardíaca, por lo que fluye más sangre al cerebro, lo que mejora la producción de energía, así como la eliminación de desechos. Los estudios han demostrado que el ejercicio puede ayudar a que los vasos sanguíneos cerebrales crezcan, incluso hasta cierto punto en animales relativamente sedentarios de mediana edad.
Los estudios en humanos han demostrado que caminar con regularidad puede mejorar significativamente la capacidad de memoria y también la capacidad de aprendizaje, la concentración y el razonamiento abstracto. Esta misma lógica se aplica a los perros, por lo que, de hecho, el ejercicio puede mejorar la capacidad de pensamiento de su perro, junto con su capacidad de aprendizaje.
En otros estudios con animales, el ejercicio más vigoroso, como correr, demostró que aumentaba la supervivencia de las células cerebrales. En un estudio reciente realizado con ratones, se descubrió que en los ratones sedentarios, la mayoría de las células cerebrales recién nacidas morían. Pero cuando los ratones se ejercitaron, la cantidad de células cerebrales recién formadas aumentó, lo que en realidad se pensó que había hecho a los ratones "más inteligentes".
Todo esto muestra los efectos positivos que el ejercicio puede tener en otros animales y humanos, lo que también puede resultar en un mejor beneficio para la salud mental de su perro.
Recuerda siempre mantener a tu perro en óptimas condiciones nutricionales y mantener fuerte su sistema inmunológico.